lunes, 20 de agosto de 2012

Hacer de un mandato, una demanda.


Entrevista a Paula Aramburu (Psicóloga – Especialista en Psicología Forense)

Se desempeña en Juntas Especiales en Salud Mental, un dispositivo interdisciplinario que depende del Ministerio de Salud. Trabajan a partir de pedidos de oficio judiciales, por parte de jueces o fiscales.
- ¿Qué elementos se tienen en cuenta para elaborar un dictamen favorable a otorgar una libertad condicional o una reducción de una medida de privación de libertad?
Los primeros informes llegan desde un equipo técnico propio del Servicio Penitenciario. Nosotros nos reunimos primeramente con esos equipos. Fundamentalmente escuchar qué posición tiene el sujeto respecto del acto que realizó: la pena, el arrepentimiento, la vergüenza. Para mí la vergüenza es un elemento importante. Hay personas que niegan absolutamente todo. Mi posición ante eso no es pensar si me está mintiendo o diciendo la verdad. No así la mayoría de los psiquiatras. Nosotros no, estamos para escuchar qué se está poniendo en juego. Cómo se construyen las relaciones familiares, de pareja, con los hijos si los tuviera.
- Cómo funcionan los tratamientos impuestos a pedido del Tribunal.
Difícil. De un mandato hay que hacer una demanda. De un mandato de tratamiento, el analista que esté ahí tiene que convertir -de alguna forma- esto que viene de una orden, en una demanda de parte del que viene. Lleva tiempo, pero en muchas personas se puede. Nosotros tenemos un estilo al momento de preguntar, que no tienen todos los dispositivos: no trabajamos desde un interrogatorio que busca una confesión. Sino que en todo caso el sujeto hablará. El desafío es trabajar para que la persona pueda establecer ciertas conexiones.

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