lunes, 20 de agosto de 2012

Una narración no lineal




El texto que elaboré se puede definir como un texto facticio en términos de Albert Chillón. Está elaborado a partir de una introducción clásica, con información documentada, y 8 pequeños capítulos, tres de los cuales funcionan como ficción, en los que elaboré una suerte de reconstrucción de diálogos que podrían haber ocurrido, es decir, un tratamiento que el autor citado definiría como fabulador.
Además, agregué en los capítulos restantes información documentada, como modo de situar al lector en la historia: “Para cohesionar los múltiples testimonios se hacen esporádicas intervenciones con las que se indican los cambios de tiempo y espacio, se proporciona al lector informaciones de contexto, se atan los cabos sueltos del relato o bien se introducen consideraciones y comentarios autoriales”(1)
El texto combina entonces elementos fabuladores o ficcionales, elementos documentales y autoriales (en los últimos dos capítulos)
Elegí ordenar esos elementos de una manera no lineal, a efectos de que la lectura fuese más interesante y también para que cada bloque funcione autónomamente. Así, el texto también responde a una suerte de relato coral, donde aparecen varias voces, reflexiones incluso de los personajes implicados, algunos de los cuales son  “entes sin biografía ni personalidad definidas, simples voces desprovistas de corporeidad” (2), en términos de Chillón.
En cuanto al elemento Narración: el texto elaborado funciona más como una selección que como un reflejo de la realidad. Es un punto de vista que trata de armar una secuencia de sucesos. Se distinguen claramente una introducción, desarrollo y final.
Y en virtud del tema puesto en juego la narrativa “permite a los miembros de una comunidad representar sucesos, pensamientos y emociones, y reflexionar sobre ellos” (4), según Ochs.
Traté de utilizar elementos literarios para describir algunas situaciones, personajes y diálogos. Según lo sugerido por Tomás Eloy Martínez (4) como características de lo que él denomina Nuevo Periodismo.
Por último, me interesaba poder abordar el tema no sólo desde una óptica personal, sino hacer hablar también a otros personajes, de modo que el lector pueda tener una visión más completa sobre los prejuicios, los recursos mediáticos para influir en un proceso penal, las dudas, las imposiciones, y sobre todo, entender cómo a veces la dicotomía culpable-inocente es una zona gris. Sin delimitaciones claras, muchas veces resultado de una construcción, y de una no menor serie de omisiones y negligencias.


Bibliografía

(1) “Literatura y periodismo, una tradición de relaciones promiscuas”; Albert Chillón
(2) Las escrituras facticias y su influjo en el periodismo moderno. Albert Chillón.
(3) El periodismo vuelve a contar historias; Tomás Eloy Martínez; La Nación; 18 de noviembre del 2001
(4) En El discurso como estructura y proceso, OCHS, Elinor Gedisa,2000

Actividades realizadas. Utilización de algunas fuentes



El primer momento en el que tomo conocimiento del caso es a partir del testimonio de un docente de la Universidad Nacional de Rosario, el Dr. Víctor Corvalán, profesor de la cátedra de Derecho Procesal Penal, en la carrera de Derecho, materia que curso con dicho docente.
A partir de un debate en clase sobre el rol que juegan los medios de comunicación en el condicionamiento de las sentencias que emiten los jueces, sobre todo en causas de fuerte repercusión pública, el Dr. Corvalán explicó cuál fue su tarea durante el caso conocido en lenguaje coloquial como del “violador del centro”. Corvalán fue el abogado defensor de Leandro Rígoli, condenado (erróneamente) a 7 años de prisión.
Me puse en contacto con el docente a los efectos de entrevistarlo, pero alegó que Rígoli “ya no quiere tener más exposición pública… en su momento fue al programa de Mirtha Legrand, a mí también me habían invitado, pero no acepté”.
Insistí, comentándole que había alguna posibilidad de que no figurasen los nombres verdaderos, pero es evidente que no lleyó a Chillón.
Así que en virtud del tiempo disponible, decidí elaborar un texto que de cuenta, recurriendo a la narración cronológica, de cómo fueron ocurriendo los hechos, y qué elementos fueron poniéndose en juego en el caso para que se condenara en una primera oportunidad a una persona inocente.
Para ello, recurrí a los diarios de la época: septiembre 1998 y noviembre de 1999. Además, recurrí a los planteos de Eugenio Zafaroni en torno a lo que él denomina “criminalidad mediática”. Y por último, entrevisté a la una psicóloga especialista en psicología forense, Paula Aramburu, que trabaja en Juntas Especiales en Salud Mental, un dispositivo dependiente del Ministerio de Salud de la Provincia de Santa Fe, que se encarga de elaborar dictámenes, a partir de entrevistas, y a pedido de jueces y fiscales.
En el transcurso de la recopilación de material, la entrevista con Paula Aramburu fue pareciéndome un material que no aportaba tanto a la narración que podría desarrollar sobre el tema. Por ello elegí elaborar un nodo propio a partir de dos preguntas puntuales que se relacionan específicamente con la situación de uno de los protagonistas de la historia.
Además, conseguí material sobre el testimonio de una de las víctimas que, si bien se encuentra en una red social, debido a los detalles que brinda, se hace difícil dudar de su veracidad.

Hacer de un mandato, una demanda.


Entrevista a Paula Aramburu (Psicóloga – Especialista en Psicología Forense)

Se desempeña en Juntas Especiales en Salud Mental, un dispositivo interdisciplinario que depende del Ministerio de Salud. Trabajan a partir de pedidos de oficio judiciales, por parte de jueces o fiscales.
- ¿Qué elementos se tienen en cuenta para elaborar un dictamen favorable a otorgar una libertad condicional o una reducción de una medida de privación de libertad?
Los primeros informes llegan desde un equipo técnico propio del Servicio Penitenciario. Nosotros nos reunimos primeramente con esos equipos. Fundamentalmente escuchar qué posición tiene el sujeto respecto del acto que realizó: la pena, el arrepentimiento, la vergüenza. Para mí la vergüenza es un elemento importante. Hay personas que niegan absolutamente todo. Mi posición ante eso no es pensar si me está mintiendo o diciendo la verdad. No así la mayoría de los psiquiatras. Nosotros no, estamos para escuchar qué se está poniendo en juego. Cómo se construyen las relaciones familiares, de pareja, con los hijos si los tuviera.
- Cómo funcionan los tratamientos impuestos a pedido del Tribunal.
Difícil. De un mandato hay que hacer una demanda. De un mandato de tratamiento, el analista que esté ahí tiene que convertir -de alguna forma- esto que viene de una orden, en una demanda de parte del que viene. Lleva tiempo, pero en muchas personas se puede. Nosotros tenemos un estilo al momento de preguntar, que no tienen todos los dispositivos: no trabajamos desde un interrogatorio que busca una confesión. Sino que en todo caso el sujeto hablará. El desafío es trabajar para que la persona pueda establecer ciertas conexiones.

Proyecto Final - Descripción



a) Tema: Crónica: De qué demonios hablás.

El tema elegido se relaciona con un caso ocurrido en la ciudad de Rosario a finales de la década de los noventa. Se trata de la persecución y condena que recayó sobre Leandro Rígoli, a partir de la investigación sobre una serie de abusos sexuales y robos ocurridos en la ciudad, durante el año 1998. Y la posterior aparición del verdadero culpable, Nestor Omar Fica. Ç

b) Fundamentación

Elegí el tema en virtud de una serie de aspectos que me interesan como objeto de investigación en términos generales. Trataré de describir al menos algunas de las aristas de esas líneas de trabajo. A saber:

1)      Cómo pueden los medios de comunicación, a partir del seguimiento de un caso y la aparición de un supuesto autor de un hecho, producir un efecto de verdad irrefutable.
2)      Cómo, a partir de ese efecto de verdad, los jueces de un caso concreto pueden verse condicionados en el dictado de una sentencia absolutoria o condenatoria.
3)      La importancia que adquiere el modo en que se difunde una noticia vinculada con una detención, y cómo puede generar un efecto estigmatizante, sobre todo en casos de fuerte repercusión pública.

De qué demonios hablás es el título elegido porque remite a dos situaciones, una general y una particular. De manera general, se presenta  como una interpelación dirigida a los  medios de comunicación y el modo en que construyen, a partir de un sospechoso, un demonio. De qué demonios hablás, cuando hablás en realidad de un sospechado de.
Pero además, de modo particular, es seguramente una de las cosas que primero habrá pensado el comisario que se encargó de interrogar a Nestor Fica, cuando este le dijo que había personas inocentes detenidas por su culpa.
El caso es uno más de una serie extensa. Tanto en Argentina como en otros países. Pero tiene una particularidad que lo vuelve interesante: el verdadero culpable, un demonio para la sociedad, mediante un gesto rayano en lo heroico, empujado seguramente más por la culpa que por la redención, confiesa sus crímenes y hace posible la reparación de un error gravísimo del sistema judicial penal santafecino.

III) Recopilación de fuentes.
Textos y artículos utilizados
-         Eugenio Zaffaroni. La cuestión criminal. Página/12.
-         El Estado de la prisión preventiva en Argentina. Informe del Instituto de Estudios comparados de ciencias sociales y penales (INECIP) 2012
-         Ejemplares del Diario La Capital. Septiembre 1998/ Noviembre 1999
-         Entrevista: Paula Aramburu – Psicóloga. Especialista en Psicología Forensse


IV)
Tipo de texto: crónica.