lunes, 28 de noviembre de 2011

El ritmo de la noche







Investigar sobre las condiciones de trabajo en Argentina, cuando el índice de desempleo oscila entre 7 y 8 puntos según las estadísticas oficiales parece una actividad innecesaria. Sin embargo los índices de medición suelen ser cifras abstractas. El periodismo debe poder dar cuenta de las falacias en las que caen esas estadísticas, mostrando las consecuencias del proceso de flexibilización y precarización laboral que exceden el marco de la estadística.



Existen dos modos de organización del tiempo de trabajo que no sólo son habituales y están completamente normalizados entre la masa de trabajadores, cuyos efectos sobre la salud muchas veces son desconocidos y hasta sobreestimados no sólo por los propios trabajadores sino también por los empleadores e incluso las autoridades sindicales y políticas. Esos dos modos son la turnicidad o trabajo por turnos, y la nocturnidad.



Según la Resolución 178 de la Organización Internacional del Trabajo “la expresión trabajo nocturno designa todo trabajo que se realice durante un período de por lo menos siete horas consecutivas, que abarque el intervalo comprendido entre medianoche y las cinco de la mañana y que será determinado por la autoridad competente previa consulta con las organizaciones más representativas de empleadores y de trabajadores o por medio de convenios colectivos”



En nuestro país, las jornadas laborales de trabajo nocturno comienzan en muchos casos a las 22, y terminan entre las 6 y las 8 de la mañana. Trabajadores de la salud (enfermeros, médicos), empleados de estacionamientos y estaciones de servicios, operarios telefónicos de distintos tipos de servicio (peajes, grúas, asistencia telefónica 24 hs.) y operarios de fábricas, entre muchos otros, tienen jornadas laborales que oscilan entre 8 y 14 horas.



Algunas consecuencias del trabajo nocturno pueden observarse en este informe audiovisual.





En la página del Ministerio de Trabajo de la Nación existe un apartado específico dedicado a estadísticas laborales e índices. No sólo no hay datos sobre la cantidad de trabajadores en condición de nocturnidad o turnicidad, sino que ante un llamado efectuado a dicho ministerio me informaron que no poseían otra estadística que la que allí figura.



La investigación se centró entonces en tres entrevistas y en textos de investigación científica y periodística sobre el tema. Se entrevistó al Dr. Miguel Ángel Tejo, quien se desempeñó durante veinte años como Jefe de Unidad en varios hospitales de la ciudad de Rosario, a la Dra. Catalina Farías, que se desempeña como Médica de Guardia en el Hospital de Clínicas de la ciudad de Buenos Aires y a Guillermo M. que trabaja desde hace casi tres años como empleado en un garage céntrico de la ciudad de Rosario.



El Dr. Tejo explicó que “habiendo trabajado con personal de enfermería en distintos lugares sanatoriales y hospitalarios, se ha visto un deterioro en su salud física y psíquica. Tiene que ver con esto que a través de la historia, tenemos un ritmo circadiano: por más que la persona duerma de día, los elementos neuroconductores se segregan de noche. Esa persona durante el día se encuentra en situaciones cercanas a una depresión, porque no ha segregado los elementos que el ritmo circadiano le produce.



Audio de la entrevista con el Dr. Miguel Ángel Tejo












Para entender el funcionamiento y la importancia del ritmo circadiano, debemos tener en cuenta que: En un ser humano, un patrón de conducta habitual es mantenerse despierto por aproximadamente 16 horas durante el día y dormir 8 horas, todos los días en forma cíclica, es decir lo que se conoce como ritmo circadiano. Este ciclo se inicia en la mañana con la luz solar… Este proceso se conoce como ritmo circadiano del ciclo vigilia-sueño… Existen, entonces, dos procesos claramente determinados, el uno que favorece el sueño, que es el denominado homeostasis del sueño, y el otro que se contrapone y favorece el estado de vigilia, que se ha denominado el proceso circadiano del despertar. (1)

Para entender gráficamente este proceso se utilizó también material de la Revista Ecuatoriana de Neurología, y se anexó un nodo a la argumentación final.



El informe V de la OIT en la 76ª reunión 1989 de la Conferencia Internacional del Trabajo sobre el trabajo nocturno refiere la importancia de conocerlos síntomas de intolerancia y desadaptación al trabajo nocturno y tener en cuenta las alteraciones del sueño, trastornos del apetito, enfermedades como la diabetes, epilepsia, psicopatías, etc. y conocer las dificultades de carácter individual o familiar que pueden influir en la adaptación a este tipo de trabajo (2)





La mayor cantidad de estudios sobre esta problemática provienen de Europa en general, y España en particular. De los pocos realizados en Argentina, existe un interesante estudio llamado “Trabajo nocturno y trabajo por turnos en empresas recuperadas, El caso Ghelco”, las investigadoras Marta Panaia y Fabiana Bocchicchio, plantean como propuesta: descubrir las relaciones más generales que definen las características de la salud de este grupo de trabajadores… y cómo se expresan sus consecuencias en los trabajadores” (3)



Contando con estos materiales fue posible arribar a la siguientes conclusiones:



- es posible reconstruir un itinerario de lectura y de testimonios que permiten mostrar al menos una realidad que habitualmente no se ve, la precarización laboral no sólo es consecuencia del maltrato o los bajos salarios, sino también de un deterioro constante en la salud y en las condiciones de desarrollo de la actividad laboral.



- La flexibilidad laboral repercute profundamente sobre las condiciones de existencia y es un campo de investigación que tiene muchas aristas y cifras sin determinar.



- El deterioro de la salud en un proceso del cual el trabajador es consciente, aunque en la mayoría de los casos desconoce la posibilidad de paliar esa situación mediante medicamentos o asistencia psicológica.



- El trabajo nocturno es percibido de un modo diferente en aquellos emprendimientos de autogestión como las empresas recuperadas, donde el nivel de participación y compromiso grupal hace que la situación se acepte como necesaria.



- Es necesario incentivar una mayor cantidad de estudios en este sentido, para intentar al menos que en algún momento se piense seriamente en seguir recomendaciones como las de la OIT en torno a limitar en hasta siete horas la jornada de trabajo nocturno.



Gervasio Monchietti



Bigliografía



1) Fuente: http://pseudopodo.wordpress.com/2007/11/07/ritmos-circadianos-y-iii-la-zona-zombi/
2) El trabajo nocturno y su efecto en la salud, Ramón Úbeda Asensio, CENTRO NACIONAL DE CONDICIONES DE TRABAJO, Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, España




3) El trabajo nocturno y el trabajo por turnos en empresas recuperadas. Panaia, Marta; Bocchicchio, Fabiana. (Conicet – Instituto Gino Germani)






1 comentario:

  1. Excelente informe sobre una muy buena investigación.
    Bien entrevista. Muy bien enlaces. Buen material.
    Una sola corrección: las conclusiones no son sobre el proceso de investigación sino sobre el tema mismo. Cuidado con esa confusión.

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